Dinosaurios de Colombia

El "vacío de dinosaurios" de Colombia y el renacimiento paleontológico

Debido a este trasfondo geológico, Colombia ha producido muchos fósiles de ammonites y reptiles marinos (plesiosaurios, ictiosaurios, tortugas marinas) en lugar de dinosaurios. Las oportunidades para que los dinosaurios terrestres permanecieran como fósiles se limitaban a casos raros en los que los cadáveres eran arrastrados al mar.

Sin embargo, la situación cambió drásticamente en los últimos años cuando el acuerdo de paz de 2016 hizo posible realizar investigaciones en áreas que alguna vez fueron zonas de conflicto. Ahora, entrando en un "Renacimiento" de la paleontología, se están descubriendo una tras otra nuevas especies importantes como Perijasaurus lapaz.

Dinosaurios verdaderos de Colombia (Dinosauria)

Aunque los descubrimientos son pocos, los fósiles de dinosaurios colombianos son una presencia importante que llena el eslabón perdido en la evolución en la parte norte del continente sudamericano.

Símbolo de paz: Perijasaurus lapaz

Descrito en 2022, Perijasaurus lapaz es un descubrimiento icónico de la paleontología colombiana. Fue un saurópodo de tamaño mediano del Jurásico Temprano a Medio (hace unos 175 millones de años), que se estima tenía unos 12 metros de largo.
Aunque el fósil en sí fue encontrado en 1943, durante mucho tiempo se consideró un "saurópodo no identificado". Después de que el acuerdo de paz hizo posible identificar el sitio del descubrimiento (Serranía del Perijá), fue descrito formalmente, y el nombre específico fue nombrado "lapaz", que significa paz.
Es el registro de saurópodo más septentrional de América del Sur, lo que sugiere que los primeros saurópodos verdaderos se distribuyeron a escala de Pangea.

Superviviente del Cretácico: Padillasaurus

Descrito en 2015, Padillasaurus leivaensis es un dinosaurio braquiosáurido del Cretácico Inferior (hace unos 130 millones de años).
Hasta entonces, se pensaba que los braquiosáuridos habían desaparecido del hemisferio sur durante el Cretácico, pero este descubrimiento mostró que la región tropical podría haber funcionado como un "refugio" para ellos.
Aunque originalmente era terrestre, se encontró junto con ammonites en un estrato marino poco profundo (Formación Paja), lo que sugiere que fue arrastrado al mar después de la muerte.

Otros rastros de dinosaurios

Se han descubierto numerosas huellas de terópodos, saurópodos y ornitópodos en la Formación Arcabuco en Chíquiza, departamento de Boyacá, lo que demuestra que una vez existió una fauna de dinosaurios diversa.
Además, se han encontrado fósiles de dientes de Abelisauridae y Dromaeosauridae (raptores) en el departamento de Tolima, lo que sugiere un intercambio biológico entre América del Norte y del Sur.

Gobernantes de la Formación Paja: Reptiles Marinos

La Formación Paja del Cretácico Inferior es un sitio fósil de clase mundial que preserva el ecosistema marino de esa época. Aquí, reptiles marinos aún más grandes y aterradores que los dinosaurios prosperaron.

Los depredadores marinos definitivos: Pliosaurios

El depredador gigante una vez conocido como el "Kronosaurus de Colombia" ahora se clasifica como un género distinto llamado Monquirasaurus. Tenía unos 10 metros de largo, con un cráneo que por sí solo superaba los 2 metros.
Además, en 2018, se describió el Sachicasaurus aún más grande, alcanzando un peso estimado de 17 toneladas. Estos reinaban en la cima de la pirámide del ecosistema marino de esa época.

Diversidad de Ictiosaurios y Plesiosaurios

Entre los plesiosaurios de cuello largo, Callawayasaurus es bien conocido.
Además, los ictiosaurios, que se pensaba que estaban en declive durante el Cretácico, mantuvieron una alta diversidad en Colombia. Se han encontrado Kyhytysuka, con sus dientes especializados, y Platypterygius elsuntuoso, descrito recientemente en 2024, lo que sugiere que pueden haber evolucionado como "macrodepredadores" dirigidos a presas grandes.

Reptiles gigantes del Cenozoico: El mundo después de los dinosaurios

Incluso en la Era Cenozoica después de la extinción de los dinosaurios (límite K-Pg), los reptiles se volvieron "gigantescos" nuevamente en la Colombia tropical y se situaron en la cima del ecosistema.

La serpiente más grande de la historia: Titanoboa

Descubierta en la Formación Cerrejón que data de hace unos 60 millones de años, Titanoboa cerrejonensis es la serpiente más grande de la historia, estimada en unos 13 metros de largo y con un peso de más de 1 tonelada.
También se valora como un "paleotermómetro" que indica que la selva tropical de esa época era mucho más calurosa (temperatura promedio 30-34°C) que en la actualidad. Del mismo estrato, también se ha encontrado Carbonemys, una tortuga gigante con un caparazón que alcanza los 1,7 metros.

El caimán más grande: Purussaurus

En el desierto de la Tatacoa (fauna de La Venta) del Mioceno (hace unos 13 millones de años), vivía Purussaurus, un caimán que superaba los 10 metros de longitud.
Se dice que su fuerza de mordida rivaliza con la del Tyrannosaurus, convirtiéndolo en el gobernante de los humedales masivos del "Sistema Pebas". Coexistiendo con él estaban Langstonia, un cocodrilo terrestre que se cree que cazaba corriendo por tierra, y aves carnívoras gigantes (aves del terror).

Guía de Museos y Turismo

En Colombia, los museos a menudo se establecen cerca de los sitios de excavación, lo que permite a los visitantes disfrutar del turismo paleontológico en cooperación con las comunidades locales.