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Las voces de los dinosaurios

El mundo de los sonidos revelado por la ciencia

¿Es incorrecto el "¡Grr!" de las películas?

Piensa en la escena en la que el Tyrannosaurus aparece por primera vez en la película 'Parque Jurásico'. Ese icónico rugido "¡Grr!" que resuena con el temblor de la tierra es, para mucha gente, la imagen misma de un dinosaurio. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que esa imagen podría ser diferente de la realidad científica.

Dado que los tejidos blandos como las cuerdas vocales no se conservan como fósiles, no podemos saber directamente la "voz" de los dinosaurios. Entonces, ¿cómo infieren los científicos los sonidos del mundo antiguo? La respuesta se encuentra oculta en la estructura ósea conservada en los fósiles y en los "parientes" de los dinosaurios que viven hoy en día.

Pista ①: Los parientes vivos de los dinosaurios

Las pistas más importantes para explorar las voces de los dinosaurios son los animales emparentados que viven hoy en día, es decir, las "aves" y los "cocodrilos".

Aves: Descendientes directos de los dinosaurios

Las aves son descendientes directos que evolucionaron de los dinosaurios. El órgano vocal que utilizan las aves para producir vocalizaciones complejas se llama "siringe". En 2016, se descubrió por primera vez en el mundo esta siringe en el fósil de Vegavis iaai, un dinosaurio cercano al ancestro de las aves del Cretácico Superior encontrado en la Antártida. Esta es una prueba importante que sugiere la posibilidad de que los dinosaurios emitieran sonidos similares a los de las aves.
Aunque no todos los dinosaurios trinarían como pájaros, es posible que algunos dinosaurios pequeños emitieran cantos o llamadas agudas similares a las de las aves modernas.

¿Qué tipo de voz?

Entre las aves que poseen siringe, las aves primitivas como patos y gansos tienen vocalizaciones relativamente simples como "¡Cuac, cuac!". Por esto, se considera posible que al menos algunos dinosaurios se comunicaran con llamadas agudas como las aves modernas, o con voces similares a las de patos y gansos.

Cocodrilos: Otro pariente importante

Cocodrilo
La vocalización de los cocodrilos, parientes cercanos de los dinosaurios, sirve de pista

Los cocodrilos también son animales que comparten un ancestro común con los dinosaurios. Los cocodrilos emiten un sonido bajo y retumbante desde el fondo de sus gargantas mientras mantienen la boca cerrada. Esto se llama "vocalización con la boca cerrada", y al hacer resonar el sonido dentro del cuerpo, producen un intimidante sonido grave de baja frecuencia que se propaga lejos.
Cada vez más investigadores creen que los grandes dinosaurios carnívoros como el Tyrannosaurus emitían un espeluznante sonido grave de baja frecuencia que sacudía el suelo, con la boca cerrada, de manera similar a los cocodrilos. Habría sido un sonido más silencioso que el rugido de las películas, pero verdaderamente aterrador, capaz de hacer vibrar hasta los huesos de sus presas.

Pista ②: La forma de los huesos conservados en los fósiles

Los fósiles óseos, especialmente la estructura del cráneo, son una fuente valiosa de información para descifrar qué tipo de sonidos emitían y oían los dinosaurios.

Parasaurolophus: Un trombón natural

Cráneo fósil de un Parasaurolophus adulto
Cráneo fósil de un Parasaurolophus adulto (foto de 2016)

Parasaurolophus, conocido por su gran cresta en la cabeza, es un buen ejemplo. Un escáner CT del interior de la cresta reveló una compleja estructura tubular que iba desde la nariz hasta la parte superior de la cabeza y volvía a la nariz. Se cree que este tubo funcionaba como un instrumento de viento, similar a un trombón, y que al soplar aire a través de él, podía resonar y amplificar sonidos de frecuencias específicas.

Este sonido podría haberse utilizado para comunicarse con sus congéneres o como señal de advertencia de peligro. Es posible que su timbre no fuera un gruñido monótono, sino un sonido similar al de una "trompeta" con una resonancia única.

Tyrannosaurus: Oído interno

Tyrannosaurus Scotty (RSM P 2523.8)
Tyrannosaurus Scotty (foto de 2023)

Generalmente, los animales de cuerpo grande tienden a producir voces más graves, mientras que los animales pequeños tienden a producir voces más agudas. Es poco probable que un Tyrannosaurus de 12 metros de largo piara con una voz aguda como la de un pajarito.
Al examinar la estructura del oído interno en los fósiles de cráneos de dinosaurios, podemos inferir qué frecuencias de sonido podían oír. Se supone que los animales tienen oídos que pueden captar más eficientemente las frecuencias de las voces que ellos mismos producen, por lo que al investigar su capacidad auditiva, podemos inferir el rango de frecuencia de sus voces.
El análisis del oído interno de Tyrannosaurus ha revelado que eran especialmente hábiles para escuchar sonidos de baja frecuencia (infrasonidos).

Se ha señalado la posibilidad de que Tyrannosaurus no "rugiera" como un león, sino que emitiera un gruñido o un retumbo muy grave y profundo. Es posible que estos sonidos de frecuencia ultrabaja se transmitieran como vibraciones a través del aire y el suelo.

El paisaje sonoro real de la era de los dinosaurios

Basándonos en estas evidencias científicas, imaginemos el mundo del Cretácico Superior, la era de los dinosaurios.

  • De varias partes del bosque, se oyen las llamadas de pequeños dinosaurios similares a aves.
  • A lo lejos, se oye el sonido grave y resonante, como de trompeta, de un Parasaurolophus llamando a sus compañeros.
  • El aire vibra, y el gruñido de frecuencia ultrabaja emitido por un Tyrannosaurus se propaga por el suelo.

Aunque no tenga el dramatismo de las películas, el mundo de las voces de los dinosaurios que la ciencia dibuja era más diverso, ingenioso y, en cierto modo, mucho más aterrador.