Éxito en la medición de la temperatura corporal de los dinosaurios mediante análisis químico de cáscaras de huevo
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Los dinosaurios no eran ni homeotermos ni poiquilotermos
Un estudio publicado en la revista científica británica Nature Communications sugiere que los dinosaurios no eran ni homeotermos (de sangre caliente) como los mamíferos y aves actuales, ni poiquilotermos (de sangre fría) como los reptiles.
Se concluye que "los dinosaurios podían elevar su temperatura corporal hasta cierto punto mediante el metabolismo (generación interna de calor), pero no podían mantenerla en un nivel alto constante". Eran animales que se situaban en un punto intermedio entre los homeotermos y los poiquilotermos.
Aunque se esperan más investigaciones para obtener detalles, también se descubrió que los niveles de temperatura corporal diferían entre los saurópodos titanosaurios de 20 metros y los terópodos oviraptóridos de 1-2 metros de longitud.
Medición de la temperatura corporal mediante el análisis de cáscaras de huevo
El equipo de investigación analizó las propiedades de los isótopos raros (isótopos) carbono-13 y oxígeno-18 contenidos en el carbonato de calcio, el componente principal de las cáscaras de huevo. Aparentemente, cuanto más baja es la temperatura, más tienden a agruparse densamente estos isótopos. Esto permite conocer la temperatura corporal interna de la madre en el momento de la puesta del huevo.
Se examinó la composición química de 19 huevos de dinosaurio descubiertos en estratos del Cretácico Superior (hace unos 80-70 millones de años). Los resultados estimaron que la temperatura corporal de los saurópodos titanosaurios era de aproximadamente 38°C, y la de los pequeños terópodos oviraptóridos era de 31.9°C.
Se cree que la temperatura del suelo en esa época era de unos 25°C, por lo que ambos resultados fueron más altos que la temperatura ambiente.